Convivir con un animal es una de las experiencias más enriquecedoras que te puede dar la vida. Los animales nos descubren cosas que de otro modo, jamás aprenderíamos. Nos enseñan a tratarlos, a comunicarnos con ellos y a cuidarlos. Pero lo más sorprendente, es todo lo que nos enseñan sobre nosotros mismos.
Aunque durante la convivencia te irán surgiendo nuevas dudas, es importante tener un conocimiento básico sobre los cuidados más importantes que tu amigo peludo va a necesitar. Son cinco pautas, con las que le ayudarás a llevar una vida más saludable y por tanto más feliz.
Toma nota…
1.- VACUNACIÓN
Si tienes perro, o lo has tenido, es probable que creas que la información de este epígrafe ya la conoces, pero es importante que sepas que el protocolo de vacunación cambió hace aproximadamente dos años. Así que presta atención, porque lo que te vamos a contar te interesa.
La primera vacuna que reciben los cachorros es la polivalente, se trata de una vacuna importantísima, ya que les protege de enfermedades tan peligrosas como el moquillo o el parvovirus. Pero para que esta vacuna sea efectiva, tendrán que ser vacunados hasta en tres ocasiones durante sus cuatro primeros meses de vida. La primera vacuna se pondrá a los dos meses, la segunda a los tres meses y la tercera a los cuatro meses.
Cuando el cachorro haya recibido la última vacuna polivalente, será necesario vacunarle contra la rabia, que aunque es una enfermedad erradicada en España, es obligatoria por ley.
Al año siguiente habrá que repetir la vacuna polivalente y la antirrábica.
Desde este momento la vacuna polivalente solo será necesaria cada tres años, pero la antirrábica se pondrá con una periodicidad anual, durante toda la vida del can.
También es recomendable vacunar de manera anual contra la leptospirosis y contra la traqueobronquitis infecciosa canina, conocida como tos de la perrera.
La leptospirosis es una enfermedad infecciosa de origen bacteriano, que se puede transmitir a humanos. Puede producir desde fiebre hasta la afección de múltiples órganos. Los perros suelen infectarse al consumir agua, hierba o tierra contaminada por orina procedente de animales enfermos y portadores de esta enfermedad. Los transmisores suelen ser animales silvestres, así que si vives en el campo o cerca de él, el riesgo aumenta. Es una enfermedad grave, porque puede poner en riesgo la vida de nuestro perro y de todos los que conviven con él, de ahí la recomendación de vacunarle anualmente.
La tos de la perrera es una enfermedad canina de carácter vírico, cuyo síntoma es la tos seca. Recibe este nombre porque su presencia es más habitual en lugares en los que hay una alta presencia de perros, como protectoras o residencias caninas. Aunque en principio no reviste gravedad, es altamente contagiosa, porque se transmite a través de la propia tos del perro. Vacunar a tu perro es la mejor manera de evitar el contagio.
2.- DESPARASITACIÓN PERIÓDICA
Los perros pueden transmitir parásitos intestinales, además del quiste hidatídico, aunque este último tiene una incidencia muy baja.
Tu veterinario habitual te informará sobre el desparasitante que más le conviene a tu perro y de cuál es la dosis más adecuada para él. Ten en cuenta que la desparasitación debe ser periódica, cada tres meses aproximadamente. Nosotros usamos Drontal Plus o Zipyran Plus.
También te aconsejamos que si viajas con tu animal a la playa, un mes antes, lo desparasites con Milbemax. Cubre los parásitos habituales y protege contra la filaria o gusano del corazón, que es inoculado por un mosquito de aquellas zonas.
3.- PREVENIR LA LEISHMANIASIS
La Leishmaniasis o Leishmaniosis es una enfermedad transmitida por la picadura de un mosquito. No tiene cura, pero detectada y tratada a tiempo, es controlable.
Te aconsejamos que desde abril hasta octubre, época en la que está presente el mosquito, utilices un collar especial para repelerlos y/o una pipeta, existen diversas en el mercado, pero asegúrate de que cubra este tipo de picaduras.
Además, una vez al año debes hacerle una analítica para detectar si ha podido ser infectado por el parásito de la Leishmaniasis o el de la Ehrlichiosis, esta última transmitida por garrapatas.
Nos gusta insistir sobre la importancia de esta analítica porque detectar la Leishmaniasis a tiempo, permitirá poner el tratamiento adecuado lo antes posible, evitando que la enfermedad avance. Esto hará que el coste emocional y económico sea menor.
4.- HIGIENE
Puedes bañar a tu perro cuando lo necesite, pero es mejor que no lo hagas muy a menudo, ya que si le privas de la nutrición natural de su pelo, puede desarrollar dermatitis. Por eso, es preferible darle un buen cepillado diario, con un cepillo que se ajuste a su tipo de pelo.
Tampoco debes olvidar su higiene dental, además de sticks dentales, existen dentífricos exclusivos para perros (son los únicos que podrás utilizar), aunque les gusta menos que los sticks, te ayudarán a alejar el sarro de su dentadura.
Y por último están los oídos, no te olvides de ellos, algunos perros acumulan mucha cera, lo cual además de ser molesto, puede producirles infecciones.
5.- ALIMENTACIÓN
No cambies de pienso bruscamente. Si quieres probar uno nuevo, cómpralo antes de que se acabe el antiguo y ve mezclándolo, aumentando paulatinamente la cantidad del nuevo a la vez que vas disminuyendo la del antiguo. Con esto evitarás problemas gastrointestinales.
Procura alimentar a tu animal entre dos y tres veces al día, así dispondrá de energía a lo largo del día, comerá con menos ansiedad y evitarás que se atiborre. En definitiva, mejorarás su salud.
Estas sencillas pautas mejorarán la vida de tu perro. No te olvides de seguirlas, tu perro te lo agradecerá.
¿Te ha quedado alguna duda? Recuerda que siempre puedes contactar con nosotros.
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