Nuestro pequeño Blasete es un perro simpático y alocado. A simple vista puede parecer un gruñón, por eso de tener la costumbre de recibir a las visitas entre ladridos, pero a medida que lo conoces, te das cuenta de que solo es un perro alegre aunque un tanto maniático.
Los primeros años de la vida de Blasete son un misterio, solo él sabe qué le sucedió. Lo que sí sabemos es que apareció abandonado en Badajoz y desde allí llegó a Pérrikus. Probablemente estos primeros años dejaron una muesca en su carácter que ha marcado, de por vida, su forma de ser.
Su pequeño tamaño, pesa alrededor de 8 kg, y su aspecto simpático harían fácil su adopción, pero Blasete no es un perro “fácil”, es un perro con mucha personalidad y esto, a veces, se convierte en un obstáculo. Tener que reeducar a un perro con una personalidad marcada no le apetece a todo el mundo, sobre todo si el adoptante es inexperto o no dispone de los conocimientos suficientes para educarlo. Pero no hay que olvidar que para comenzar esta tarea lo único que hace falta es tener paciencia, tiempo y ganas, muchas ganas.
Hace algunos años fue adoptado, pero lo devolvieron, la convivencia no funcionaba. Desde este intento fallido Blasete no ha tenido más oportunidades para demostrar que, aunque es un perro con temperamento, también es cariñoso y divertido. Y aunque le gustan las caricias, hay que acostumbrarse a dárselas cuando él las pida.
Blasete es un perro peculiar, con sus cosas buenas y sus manías a corregir, pero si alguien descubre el enorme corazón que hay debajo de sus tupidos rizos y decide ayudarle, seguro que se ganará su cariño eterno.
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